Excedencia por estudios: ¿cómo funciona y cuándo pedirla? | Contrato-Formación
excedencia por estudios que es y como pedirla

Excedencia por estudios: ¿cómo funciona y cuándo pedirla?

Tomarse una pausa en la vida laboral para retomar los estudios es una decisión cada vez más común. Hay quienes deciden cursar un máster, preparar unas oposiciones o simplemente ampliar conocimientos en un área que les motiva. Para estos casos, la excedencia por estudios se convierte en una opción interesante que permite centrarse en la formación sin romper del todo el vínculo con la empresa.

Esta modalidad de excedencia ofrece al trabajador la posibilidad de suspender temporalmente su contrato de trabajo para dedicarse a formarse, con la opción de reincorporarse una vez finalizado el periodo.

Desde Contrato Formación te contamos qué es una excedencia por estudios, cuándo merece la pena, cómo se solicita y qué cosas deberías tener en cuenta. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la excedencia por estudios?

Cuando hablamos de excedencia por estudios, nos referimos a la posibilidad de suspender temporalmente tu contrato laboral con la empresa para dedicarte a estudiar con tranquilidad. No cobras sueldo, no cotizas, pero mantienes el derecho preferente a reincorporarte cuando termine ese periodo. ¿Te resulta familiar? Es como poner tu trabajo en “pausa” mientras tú dices: “Me voy a estudiar un tiempo”.

Esta fórmula no está recogida literalmente en el Estatuto de los Trabajadores, pero muchos convenios colectivos sí la contemplan. Lo interesante es que te da tranquilidad: sabes que tu puesto está reservado, siempre que se cumplan los requisitos.

¿Cuándo se puede pedir una excedencia por estudios?

Aunque la excedencia por estudios no está regulada de forma específica en el Estatuto de los Trabajadores, sí puede contemplarse en los convenios colectivos de muchas empresas. Por eso, lo primero es revisar el convenio aplicable o consultar con recursos humanos para conocer las condiciones concretas.

En aquellos casos donde sí está regulada, el convenio suele establecer aspectos clave como la duración máxima de la excedencia, la posibilidad de prórrogas, la forma de solicitar el reingreso y las condiciones bajo las cuales la empresa puede aceptar o rechazar la solicitud.

Lo habitual es solicitarla con al menos 15 días de antelación, indicando el motivo, la duración estimada y presentando un justificante de matrícula o inscripción en el centro de estudios. La empresa puede aceptar o rechazar la solicitud en función de sus necesidades y lo que establezca el convenio.

Aunque no siempre se trata de un derecho garantizado, muchas empresas valoran positivamente este tipo de excedencia cuando está bien justificada y organizada.

¿Quién puede solicitar una excedencia por estudios?

Cualquier trabajador con una relación laboral estable puede solicitar una excedencia por estudios, aunque suele exigirse un mínimo de antigüedad en la empresa (por ejemplo, un año trabajado).

No obstante, hay que diferenciar entre:

  • Excedencia voluntaria general, sin necesidad de justificar el motivo.
  • Excedencia voluntaria por estudios, cuando se especifica que el objetivo es cursar formación reglada o no reglada.

Además, los estudiantes mayores de 30 años o con cargas familiares pueden tener más dificultades para acceder, dependiendo de la empresa.

Ventajas de una excedencia por estudios

Tomarte una excedencia por estudios puede ser justo lo que necesitas para dar un paso adelante en tu carrera sin perder el contacto con tu empleo actual. Es una forma de parar, formarte y volver con más herramientas y motivación.

Estas son 4 de sus ventajas principales:

  • Tienes tiempo solo para ti: sin reuniones, sin prisas, sin jornadas eternas. Solo tú y tu formación.
  • Tu puesto sigue ahí: al acabar, puedes volver a la empresa y retomar tu trayectoria donde la dejaste.
  • Sumas valor profesional: ya sea un máster, unas oposiciones o un curso técnico, todo suma.
  • No cortas la relación laboral: aunque estés fuera unos meses, mantienes un vínculo activo con la empresa.

Una excedencia por estudios, una oportunidad real de crecer, de invertir en ti y de volver con más opciones. Si lo piensas bien, puede ser una de las mejores decisiones en el momento adecuado.

ventajas de una excedencia por estudios

¿Cómo se puede solicitar una excedencia por estudios?

El proceso es relativamente sencillo, pero debe hacerse de forma correcta para evitar problemas posteriores. Aquí te damos una guía básica para solicitar tu excedencia por estudios:

  1. Consultar el convenio colectivo o normativa interna de la empresa, para comprobar si la excedencia está contemplada y bajo qué condiciones. 
  2. Redactar una solicitud formal por escrito, indicando: 
    • Datos personales del trabajador.
    • Puesto de trabajo actual.
    • Fecha de inicio y duración estimada de la excedencia.
    • Motivo (realización de estudios).
    • Justificante de inscripción en el centro formativo. 
  3. Presentar la solicitud con antelación suficiente, al menos con 15 días de margen respecto a la fecha de inicio prevista. 
  4. Esperar la respuesta de la empresa, que puede aceptar o rechazar la solicitud. En caso de negativa, esta debe estar justificada.

Una vez concedida, la empresa y el trabajador pueden firmar un documento adicional donde se especifiquen las condiciones de la excedencia, incluyendo la duración exacta y el procedimiento para solicitar el reingreso.

¿Se puede cobrar el paro durante la excedencia por estudios?

Uno de los errores más comunes es pensar que, al estar de excedencia por estudios, se puede solicitar la prestación por desempleo. Sin embargo, esto no es así, y así lo deja claro el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal).

El SEPE indica que mientras una persona se encuentra en excedencia voluntaria (incluyendo por estudios), no se considera que esté en situación legal de desempleo, por lo que no tiene derecho a cobrar el paro.

Ahora bien, existe una excepción importante:

  • Si durante la excedencia, el trabajador presta servicios en otra empresa y esta nueva relación laboral finaliza por causas ajenas a su voluntad (por ejemplo, despido o fin de contrato), sí podría acceder a la prestación por desempleo.

En este caso, si el contrato termina y la excedencia anterior aún sigue vigente, el trabajador podría cobrar la prestación hasta que termine la excedencia. Luego debe solicitar el reingreso. Si la empresa rechaza el retorno por falta de vacantes, se permite seguir cobrando el paro hasta el final del periodo legal.

Además, si el trabajador tiene paro acumulado de empleos anteriores, ese tiempo de cotización puede activarse en este tipo de situaciones, siempre que se haya generado legalmente. Por eso, es importante revisar cuántos días acumulados se tienen antes de tomar decisiones.

En cualquier caso, es fundamental informarse bien y, en caso de duda, consultar directamente al SEPE o a un asesor laboral.

La excedencia por estudios puede ser una gran oportunidad para quienes quieren avanzar en su formación sin desvincularse del mercado laboral. Aunque no siempre está garantizada, ni implica retorno automático al mismo puesto, sí permite dar un paso atrás temporal para avanzar con más fuerza después.

Eso sí, es fundamental conocer las condiciones, cumplir los plazos y actuar con previsión. Consultar el convenio, presentar la solicitud por escrito y estar bien informado sobre tus derechos y obligaciones son claves para que el proceso sea claro y sin complicaciones.